viernes, 3 de julio de 2009

Asombros: el descubrimiento de la realidad V




El momento en que una se da cuenta de que emborracharse no te hace ver doble, solo sirve para marearse mucho.

Impactante.

Asombros: el descubrimiento de la realidad IV




Cuando una se da cuenta, la primera vez que se peina sola, de que la mano en el espejo va al revés de como debiera.

Frustante.

Asombros: el descubrimiento de la realidad III



El momento en que una se da cuenta, viendo los escaparates de los fotógrafos, de que todos los que se casan son feos.

Desconcertante.

Asombros: el descubrimiento de la realidad II



El momento en que una se entera de que la Tierra no es más que un pedrolo medianejo que gira alrededor de un Sol mediocre en las afueras de una galaxia normalucha.

Decepcionante.

Asombros: el descubrimiento de la realidad



El momento en que una se entera de que no en todos los idiomas los plurales se forman con -s final, y que ni siquiera la -a para el femenino ni la -o para el masculino son universales.


Fascinante.

lunes, 2 de febrero de 2009

Vida y milagros de santa Keksi



Estaba santa Keksi acodada en la barra de un pub irlandés, esperando que le sirvieran su murphy, cuando se le acercó un denodado aspirante a pretendiente, que le entró tal que así:

-¿De qué signo eres?
- No creo en la astrología. Es irracional.
- Mmmmh...seguro que eres de un signo de tierra.
- Creo que no, soy géminis.
- Entonces debes tener el ascendente en un signo de tierra.
- Pues no, mi ascendente es leo.
- Pero seguro que tienes la luna en un signo de tierra.
- Tampoco, tengo la luna en géminis.
- Para no creer en la astrología tienes el tema muy estudiado.
- Precisamente por eso no creo en ella.

A lo que siguió una hábil retirada del denodado.



Y es por cosas como estas por las que santa Keksi murió virgen.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Santa Keksi, virgen y mártir


Santa Keksi nació en una pequeña aldea fenicia, en los tiempos del rey Filstrup I "el Campechano".

Ya de pequeña dio muestras de una desmedida ansia de conocimiento, rebuscando en el pajar familiar en pos de la aguja y destripando ñus. Cuando intentó destripar a su hermano menor, sus padres decidieron enviarla interna a un colegio de vestales. Allí aprendió a leer y a escribir y descubrió un método eficaz para hacer desaparecer las colillas por el retrete. Pero su costumbre de hacer preguntas incómodas al oráculo ("¿cuál es el sentido de la vida? ¿Porqué las cosas son en lugar de no ser? ¿Qué ponen esta noche en la tele?") le valió la expulsión fulminante.

Libre al fin, se dedicó a recorrer el planeta. Vio olifantes, leviatanes, krakens, Rais...
Hasta que llegó a los confines del mundo, a un Palacete fastuoso (con un campo de golf anexo), habitado por... habitado por personas que... habitado. Y allí se asentó, en la torre Sur, bajando de cuando en cuando a las bien surtidas bodegas. Pero poco duró su felicidad. Su extremado sexapíl, similar al de una espardeña, y en concreto la subyugación que ejercía sobre uno de los palaceteños al que ella llamaba, cariñosamente, "mi cerdito", le granjeó las envidias del resto (no, no sólo de ellas, también de ellos, Palacete es así, dame tu flor). Una conspiración terrible se tramó a sus espaldas y cuando el recaudador de impuestos Moi apareció en Palacete, se acordó el pago en especies: le entregaron a santa Keksi, atada y amordazada. Sobre todo amordazada, no fuera a soltar algún discurso sobre el teclado qwerty.

Moi, codicioso, la entregó a un mercader a cambio de una partida de botijos. El mercader la vendió al Coliseo como futura estrella del circo, recibiendo una resma de fochas por la venta.

La echaron a la arena, donde una colección de fieras se abalanzó sobre ella para devorarla.

Se la comió Triki, el monstruo de las galletas.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Es un mundo cruel




¿Por qué no pueden ser amigas las orugas y las hormigas?

Las orugas solo comen hojas y las hormigas solo comen orug... ¡oh, wait!

lunes, 1 de diciembre de 2008

Más cosas que odio


Telefónica y su puto adsl de mierda!

Que me han dejado un mes entero sin conexión!!

Los mataré a todos con mi Dragunov, lo juro!!!


ME VENGARÉ!!!!

miércoles, 15 de octubre de 2008

Cosas que odio, y seguro que me dejo muchas



La gente que dice "no me gustan los gatos porque son muy traidores".
Los lugares comunes, las frases hechas.
La falta de ilación lógica.
La gente que se cree muy evolucionada porque le reza mantras al universo.
La gente que me aburre.
La gente lerda y tarda. Los imbéciles en general. Abundan, oh, sí.
El café.
El olor a sobaco guarro.
La gente que dice "los animales sí que son civilizados, no como las personas".
La gente que se cree muy culta porque escribe una mierda de poemas.
Las rastas. Sobre todo si además llevan los parietales afeitados.
Las puestas de sol sobre el mar.
La gente que fotografía puestas de sol sobre el mar.
Los médicos que insisten en que se les llame doctor. Aunque tengan un doctorado.
La gente que hace ruido al masticar chicle.
La gente que mastica chicle.
La gente que escupe en la calle.
La gente que es "muy amiga de sus amigos".
Telefónica.
Las conversaciones de ascensor. Hay que empezarlas siempre con un "pues esta mañana he envenenado a mi abuela..."
Amaral, Maná y la Alonsa. Por ese orden.
La gente que no sabe beber.
La gente que no sabe potar.
La gente que me debe dinero.
La gente que le da propina al de telepizza. Lo que hay que darle es la bolsa de basura y que la baje al contenedor, que le va de paso.
Los jerseys de cuello cisne. Otra cosa son los jerseys de cuello alto.
La gente más inteligente que yo: Rai, te odio.



Actualización a 20 de octubre:

Sí, leñe, tenéis razón, son los temporales, pero también he visto rastas colgando de occipucios anejos a parietales afeitados.

BE, a ti también te odio. ¿Ya estás contento?

¡Y que nadie se meta con mi cerdito Sub!

jueves, 2 de octubre de 2008

Deep though, secretos de la naturaleza desvelados




Si el tabaco fuera tan malo, en mi casa no habría moscas.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Grandes relatos: Kek también es una bleda



Aril se cayó por la ventana.

Siete pisos. El impacto le fracturó gravemente una pata, la mandíbula y el paladar. Minicuqui la vio estrellarse contra el suelo. Bajó las escaleras corriendo, descalza y en pijama como estaba, y la recogió. Aril estaba sangrando y casi muerta. Una pareja joven se acercó a ellas y se hizo cargo de la situación; las subieron a su coche y las llevaron a una clínica especializada en felinos, no muy lejos de casa. Se trataba de un hombre y una mujer vestidos con ropas obviamente caras, conduciendo un coche de lujo. No es el tipo de persona que uno espera que se pare a auxiliar a un gatito herido.

Martín, el veterinario, salía de viaje, pero había pasado por la clínica un momento. Se hizo cargo de Aril. Suspendió sus vacaciones y la operó en un domingo por la mañana.

Ya han pasado tres semanas de esto, Aril se está recuperando de un modo asombroso. No le quedarán secuelas.

Lloré por Aril, lloré mucho cuando creía que estaba muerta. Soy una bleda.

martes, 19 de agosto de 2008

El gazpacho, esa sopa pelirroja de verduras












[Creo que es un título demasiado bueno como para estropearlo diciendo algo más.]

viernes, 25 de julio de 2008

Adelgazar, adelgazar


Queridas amigas, en este verano que nos atormenta, nuestras preocupaciones se centran en la línea. Sí, sí, a todas nos preocupan esos kilitos de más (son kilos pequeñitos) que tan antipáticos nos resultan.

Nuestro truquillo de hoy: algo de ejercicio, beber mucha agua y un poco de dieta. Eso sí, es muy importante hacer al menos 5 colaciones diarias. No es recomendable saltarse ninguna comida porque entonces el organismo se acostumbra a la inferior ingesta y no se adelgaza. De hecho, San Simeón el Estilita se pasó 47 años subido a una columna sin tomar otra cosa que el agua que Dios proveía en forma de lluvia. Y en los desiertos de Siria no llueve mucho. Cuando murió, pesaba unas 115 arrobas del país que, al cambio, son 182 de los antiguos kilos.

Otra opción: córtate una pierna.