Nací en una pequeña aldea fenicia, en la que se pastoreaban escolopendras y ñus. Por las mañanas comíamos sopa de escolopendras y por la tarde puré de ñus. Pero yo le pedía algo más a la vida, algo diferente, quizá un zumo de castañas.
Y me dediqué al lucrativo negocio de la venganza.
Nota: se han extendido rumores que insinúan que en realidad soy una extraterrestre radioactiva con esfera de Dyson included. Habladurías.
Claro que también eran habladurías lo de tu abuela con el orangután, y al final el cuchillo de tu abuelo fue testigo.